domingo, 5 de junio de 2011

7/5/2011: Doha, aventura en el desierto

Hoy toca aventura en el desierto. Un buen día mi primo dice "¿quieres que cojamos el 4x4 y nos vayamos al desierto a hacer un poco el cabra?". "Pues no, primo, prefiero quedarme en casa viendo por la tele a uno de estos tipos que hablan que no se les entiende nada". Por supuesto que la respuesta fue que sí. Así que ni cortos ni perezosos cojimos el 4x4 y nos dirigimos hacia el sur, hacia el Sealine. En el viaje nos acompañó mi amiga Snezhana, más que nada porque siempre viene bien llevar a una chica para que pegue gritos de terror cuando damos saltos por las dunas y así descojonarnos un poco a su costa. Al final resulta que el que más gritos pegó fui yo.



La ruta hacia el desierto impenetrable.



Para irnos poniendo en situación, os pongo esta musiquita de aventura que siempre se agradece.

Antes de llegar a la zona de las dunas se ven muchas explotaciones que yo pensaba eran petrolíferas, pero que luego mi primo me aclaró son de gas. El principal recurso natural de Qatar es el gas natural, gracias a una enorme bolsa subterránea que comparten con Irán. De hecho es el tercer país del mundo en reservas de gas (para lo pequeño que es el país), además también tienen petróleo así que nada, forraos.

Por cierto, antes de que se me olvide, una nota sobre política del país. Resulta que el emir actual alcanzó el poder después de un golpe de estado ¡a su propio padre! Eso sí, aquí ni violencia ni nada. El tío aprovechó que el padre estaba pasando unas vacaciones en Suiza para decir "to pa mí". Cuando el padre regresó, el hijo le dijo "el que se fue a Sevilla, perdió su silla" (pero en árabe, claro).

Después de las explotaciones de gas, llegamos a la zona de dunas, que está muy explotada turísticamente y es fácil ver tiendas en medio de la nada donde te alquilan quads o vehículos 4x4. También están los clásicos camellos, por supuesto.



Rumbo a las dunas. En los márgenes se ven las enormes conexiones eléctricas hacia Doha.



Aquí mi primo a ritmo de "Guns and Roses", no veas como pilota el tío.



Las explotaciones gaseosas (no me refiero a la Casera, sino al natural).



Es gracioso ver a los lados de la carretera rebaños de camellos. Es como nuestras ovejas pero con joroba.



En el cartel pone: "No pasar, muerte". Haber elegido "susto". Lo de "muerte" es coña.



Una de las tiendas de alquiler de quads y todoterrenos.



Aunque también te puedes pillar un camello, también todoterreno.



Antes de entrar en el desierto hay que desinflar bastante las ruedas, para ganar adherencia. A la entrada hay unas tiendas que te lo hacen, pagando claro.



Un tipo con el quad a toda pastilla.

La ruta que eligió mi primo era, dentro de lo que cabe, bastante segura, más que nada porque llevábamos un solo coche. Si llegamos a ser más nos podríamos haber metido más adentro, porque si hay un problema, siempre tienes otros coches para emergencias. No es recomendable adentrarse sólos por el desierto. De todos modos, la ventaja de esta ruta segura es que era cerca del mar, con lo que las vistas eran muy chulas y se podía dar uno un chapuzón a la vez que pegar unos cuantos brincos por dunas cercanas. Aquí, por supuesto, hacer top-less y cosas así, ni se te ocurra que te meten en la cárcel. Bueno, yo sí que hacía top-less pero porque me da la gana y porque soy un rebelde antisistema, ea.



Primera subida a las dunas y ya podemos ver el mar.



Las playas eran muy chulas y había poca gente.



Aquí mi primo todo concentrado. Es un pedazo de piloto, como se desliza por la arena, el tío.



Por lo menos vimos a dos o tres coches que se quedaron atascados en la arena.



Vídeo de mi primo vadeando los socabones de la arena. Yo hacía de copiloto, aunque como iba haciendo fotos, no le hacía muy buen servicio al pobre.



Un coche protegido por una loma parece saludarnos a su paso (qué bonito me ha quedado esto).



A veces encuentras alguna construcción pero la verdad es que es mejor ir preparado, con bebida y comida.



El agua preciosa.



No corras, niño, que no te vamos a hacer nada.



En este vídeo no se ve pero se oye los comentarios, porque casi pasamos por encima de una turista que estaba tomando el sol. La muy inútil se había tumbado en medio del camino por donde pasaban los coches. Menos mal que llevaba un bikini amarillo cantoso y mi primo tiene reflejos de halcón.



Una paradita, montamos el campamento, una cervecita y ¡a gozar!



"Primo, ¿ésta es la vida que tú querías?"



Dos golfos enfrente de las aguas del Golfo (Pérsico).



"Popeye el marino soooy... más bueno que un queeeso estoooy".



Siempre me quise hacer esta foto. Si Ana Obregón lo hace, ¿por qué no yo?



Escalando las dunas como en el París-Dakar.



Un loco pilotando un quad por el desierto.



"Primo, ¡trata de arrancarlo!"



A la vuelta nos pilló bastante viento, le daba un aire fantasmagórico a la carretera.

Y eso es todo por ahí, la siguiente etapa del viaje... ¡el increíble y lujoso Dubái!

1 comentario:

  1. Madre mia , esto si que es impresionante! Pedazo experiencia :-) y bueno y pedazo viaje, la verdad que no me imaginaba yo que Qatar podria dar para tanto . Tengo unas ganas de ver el de Dubai ya!
    xx

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