viernes, 5 de marzo de 2010

03/03/2010: Newport, Gales

Siento no haber actualizado antes el blog a pesar de estar ya casi una semana en Newport (Gales), la verdad es que ha sido una semana intensa, luego me explayaré en el asunto en cuestión.

El domingo pasado pasé mi último día en Bristol, que dejó un buen sabor de boca, a pesar del frío y el mal tiempo que hacía, llovió casi todo el fin de semana. El ambiente por las calles es increíble, hay mucha animación, sitios para salir, gente por las calles, en general más borrachos y borrachas de lo que debieran. Allí pude comprobar el gen mutante que tienen las chicas inglesas que les impide notar la sensación térmica de frío polar. Porque había que verlas con unos vestiditos supercortitos (el concepto "falda-cinturón" no sirve para ellas, es demasiado largo), con toda la pata al aire y sin medias ni nada. Era una alegría para la vista, desde luego, pero era imposible no pensar en el frío que tenían que estar pasando. Aquí cunde el ejemplo de “antes muerta que sencilla”. Ese día conocí a un grupo de dos españoles, una japonesa y un árabe (de Arabia) en el hostal y por la noche salimos a tomar unas cervecicas. Muy buena gente.



Diego en el centro, Silvia a la izquierda y sus amigos japonesa y árabe. La japonesa es la que tiene los ojos más cerradicos.

El último día tomé el autobús de Bristol a Newport, que está a 40 minutos, muy cerquita, y llegué al hotel, bastante barato para lo que suele ser habitual y con posibilidad de disfrutar de una habitación para mí solito. Después de la experiencia del oso roncador de Bristol, se agradece. Eso sí, estoy “acojonao” de lo que me espere en Londres, que también voy en plan hostal. Lo único malo del hotel es que está un poco apartado y no hay nada que ver alrededor, excepto un par de sitios de “Fish and Chips” (pescado y patatas, una cosa típica de por acá).

Hay que darles un minipunto a los británicos, porque realmente son muy amables con los desconocidos. Dos ejemplos: al llegar a Newport pregunté a una mujer que por donde tenía que ir para llegar al hotel. Y ni corta ni perezosa me dice que me monte en el coche que me lleva, junto con su hijo y su señora madre en un coche tipo Seat Panda, repleto de cosas. Me quedé bastante sorprendido y agradecido, la verdad. Otro ejemplo, para comprar algo de comida había que cruzar la autopista pero no encontraba sitio para pasar así que me dispuse a dar toda la vuelta al bloque de edificios, cuando oigo unos golpes en un cristal. Veo que una señora en bata me está haciendo señas desde dentro de su casa. Como no me entero de nada de lo que dice, sale por la puerta y me dice que hay un pasadizo medio escondido que me ahorra dar toda la vuelta. De nuevo, sorprendido y agradecido.

Toda esta semana la he pasado recibiendo un curso de composición digital para efectos visuales con Nuke, un programa que se usa cada vez más en el mundo de los efectos visuales, tal y como averigüé en mi viaje a Canadá. Ha sido un curso muy intenso, 8 horas cada día, agotador, pero extremadamente interesante y he aprendido mucho. Creo que me va a venir de perlas para mi aventura canadiense, o donde sea. Mi profe, Matt Leonard, era un tipo muy majo y profesional, que además volveré a ver la semana que viene en Londres en la masterclass que ofrece la empresa “The Foundry”, sobre el mismo programa, y a la que también asisto, jeje, va a estar estupendo.



Yo, haciendo el gamba con las gafas 3D con las que estuvimos trabajando. Funcionan, en serio.

Matt me invitó a comer todos los días y una de esas veces me llevó a un restaurante típico de por aquí: "The Old Barn" (algo así como "el viejo granero") y donde tomé auténtica comida inglesa y... oye, no está mal.



Con mi profe, Matt Leonard.



El restaurante inglés (o galés, a ver si se mosquean) donde comimos.




"Steak and Ale Pie"... delicious. Es como un hojaldre de carne con salsita, muy rico.



Otros días no comía tan bien, jeje. Aquí las famosas "Fish & Chips"... pero sin fish, o sea solo patatas, jeje.

Por cierto, que aquí los galeses, aparte de inglés, también hablan un idioma muy raro, que no es de raíz latina, posiblemente sea anterior a cuando llegaron los romanos. Todos los cartelitos están en los dos idiomas y los niños lo aprenden en la escuela.



Los cartelitos en inglés y en galés. De como se dice "Castillo" en galés ("Castell", como en Valencia) deduzco y demuestro que, al menos Gales, fue conquistada en algún momento de la historia que ahora nadie recuerda por los valencianos. Seguro que de esto sale una peli de esas de intriga histórica.

Lo malo es que como acababa el curso a las 17.30 y aquí todo el mundo a las 17.00 cierra (a ver si aprendemos los españoles, leñe) pues en Newport queda poco por ver. Aún así, algunas tardes y el último día pude hacer un poco de turisteo... aunque debo reconocer que Newport no es el sitio más bonito de la Gran Bretaña... pero oye, cada uno con su estilo.



El puente de Newport, de un diseño muy moderno... y un poco raro.



El ayuntamiento o "City Counsil", el típico edificio mazacote antiguo.



La Iglesia de Saint Paul, como casi todas las iglesias de Gran Bretaña. Este santo estaba muy solicitado.



Una de las pocas cosas antiguas que quedan en la ciudad: los restos romanos. Debajo, unos murales muy coloristas hechas con trozos de azulejo.



El último día hizo un día superbueno.



Diferencias entre ver la misma calle a las 18.00 y a las 12.00. Nada que ver.

Por último, me acabo de enterar de que tengo que dar una charla sobre el trabajo de los efectos visuales a unas chicas de 14 años, en un colegio de Londres. Glups, a ver cómo sale, me vendrá bien practicar el inglés en público. Espero que no pregunten demasiado... y sobre todo... ¡que no se enamoren de mí!



La portada de mi presentación

En breve... London.


1 comentario:

  1. Jo que suerte, que morro....No paras de viajar, jomío,Lo que no me esperaba es la amabilidad de los ingleses y el suculento plato que nos has mostrado.
    Espero que las niñas no alboroten mucho..
    Tia Ana

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