La excursión duraba 2 horas y media a patita por los sitios más clásicos de Londres y comenzaba en la esquina sudeste de Hyde Park. Como veréis, London es muy monumental y tiene muchas cosas que ver, para lo cual hay tours de todo tipo, incluido el de los crímenes de Jack el destripador... seguro que lo llenan.
El Arco de Wellington, al comienzo de la excursión, conmemorando la victoria del susodicho sobre Napoleón en la famosa batalla de Waterloo (sí, también es una canción de Abba).
Muy cerca del Arco de Wellington está el Palacio de Buckingham, donde Dartacán se veía con Juliette. Es la residencia oficial de la Reina aunque no pasa mucho por allá (y eso que sabía que yo iba para allá, que desconsiderada). ¿Sabéis como se sabe si la Reina está o no en el Palacio o en cualquier sitio oficial? Pues porque en vez de la bandera británica, ponen un pedazo de banderón de Inglaterra (blanca con cruz roja en medio). Lo mismo si está el Principe Charles o sus hijos. Creo que si está la Camilla no ponen nada. Aquí es cuando hacen el famoso cambio de guardia, aunque sólo uno de cada dos días y a una cierta hora. Por lo visto, lo del cambio de guardia fue una tontería que se le ocurrió a la Reina Isabel I, junto con un pedazo de fiesta que montó, para mejorar la popularidad de la monarquía entre el pueblo, que estaba bastante chunga la cosa.
El Palacio de Buckingham. Como sólo está la bandera británica, entonces la Reina NO está dentro. Es siempre bueno saberlo.
Curiosamente, en el Palacio de Buckingham, tan seguro que parece, llegaron a haber tres ocasiones en el que se burló su seguridad, cosa que nuestro guía explicó con mucha gracia. La primera, en 1800 y pico, un chaval se colaba por las chimeneas para conseguir algo de comer, eran tiempos difíciles. La segunda, en los 80, un grupo de campistas alemanes no encontraban el Green Park, muy cerca del palacio, donde supuestamente podían acampar. Al final vieron unos árboles detrás del muro y pensaron "Oh, ahí debe estar el parque", así que escalaron el muro y acamparon en los jardines de Buckingham Palace sin que nadie se diera cuenta. Al día siguiente les pillaron porque un campista le preguntó a un soldado si había algún sitio cerca donde comprar helados (parece mentira, pero parece que fue así). Finalmente, en 1982, un tipo borracho, alegando que su padre estaba en el palacio, cogió un ladrillo y rompió una ventana. Dentro encontró una botella de licor y se la bebió mientras exploraba el palacio a sus anchas. Finalmente llegó a una habitación con una cama lujosa, donde parece ser que estaba durmiendo... ¡la mismísima Reina!. Parece que la Reina, toda tranquila, le dio conversación al borracho hasta que llegó la policía. Curiosamente, sólo pudieron acusar al borracho de haber robado la botella de licor ya que por entonces, el palacio era de propiedad pública así que cualquier persona podía hacer cualquier cosa con él... ahora ya no se puede, así que no lo intentéis.
Al lado de la casa de la madre... pues claro, está la residencia del hijo, el principe Charles (banderas normales, así que tampoco está). En frente de la casa hay siempre dos soldados de guardia que hacen unos pasos militares muy graciosos cada poco tiempo. Un tipo simpático el Charles.
Y curiosamente, al lado de la casa del Príncipe Charles, está el palacio de St. James, que es donde Lady Di se fue a vivir después de separarse. Anda que separarte de tu marido e irte a vivir a la casa de al lado tiene su cosa, no sé de quién sería la idea.
De la zona de los palacios nos dirigimos a Trafalgar Square. Por el camino nos explicaron que algunas de las casas de la zona eran las sedes de algunos de los famosos "clubs de caballeros". Uno de ellos era al que siempre iba el "Prime Minister" o primer ministro, cuando era elegido. Hete tú aquí que llega Margaret Thatcher, supuestamente una mujer, y se convierte en Primer Ministro. En el club la duda era obvia. Ella tiene el cargo pero aquí sólo admitimos a hombres, ¿qué hacemos? El problema se solucionó con la entrega a Margaret Thatcher de un documento en el que decía algo así como que en adelante, Margaret Thatcher sería tratada en el club como si fuera un hombre. Arreglado. Muchos pensaron que era algo obvio para lo que no hacía falta documento, pero en fin. La conclusión de esto es que si alguna mujer quiere hacerse un cambio de sexo, mejor que una complicada operación, es más fácil ser Primer Ministro en Inglaterra, te lo dan firmado y todo.
En Trafalgar Square está la famosa Galería Británica (por cierto, en Inglaterra todos los museos son gratis siempre, buen ejemplo a seguir) y la famosa Columna de Nelson, una estatua del Almirante Nelson, vencedor de la batalla de Trafalgar (aquí tienen a Napoleón, que no le acaban de dar una y ya le viene otra), situada en lo alto de una columna altísima. Cuando fuimos había unas manifestaciones por la igualdad de la mujer. Es curioso que en Londres hay bastantes manifestaciones. El día anterior había otra por la crisis económica. A ver si aprendemos los españoles que no nos quejamos de nada.
La famosa British Gallery.
La columna de Nelson. Al fonde se ve el famoso "London Eye", una noria enorme desde donde se ve toda la ciudad.
Los policías o "Bobbys" (ya, tienen nombre de perro pero no se lo digas), controlando a los manifestantes.
Cerca de la Trafalgar Square se encuentra el famoso Piccadilly Circus, que precede a toda la zona de tiendas lujosas y chulas de la ciudad. Así que chicas, ya sabéis, buscad al angelito de Piccadilly que a partir de ahí todo es "shopping". Aquí están los famosos carteles luminosos, como el "Scheweppes" de Madrid pero a lo bestia. Eso sí, se ven mucho mejor de noche.
Eros, en el centro de la fuente de Piccadilly Circus, y emblema de la ciudad.
La fuente con los famosos carteles publicitarios. El anuncio de Coca Cola lleva ahí años y años.
Poco a poco nos vamos acercando al famoso Big Ben, pero antes llegamos a los cuarteles de la caballería, donde en cada aniversario de la Reina (el de su coronación, no el de su cumpleaños) hacen un espectáculo con los caballos y los soldados. Para la gente que lo ve debe estar muy bien pero para la Reina debe ser un poco pesado: hacen exactamente el mismo numerito todos los años. Los ingleses son unos tipos de costumbres.
Un poco más allá se encuentra la impresionante Abadía de Westminster, de estilo Gótico y que data del siglo XI. Aquí es donde se coronan a los reyes en Inglaterra. Por cierto, que si quieres visitar cualquier edificio religioso de Inglaterra, ya sabes lo que te toca: rascarte el bolsillo. Aquí pueden aprender los ingleses de nosotros. La Abadía fue contruida por Eduardo "el Confesor". La guasa del nombre viene porque el tal Eduardo le pidió al Papa su apoyo para coronarse rey, a cambio de ir en persona al Vaticano a confesarse con él. La cosa es que Eduardo pensó que si iba un par de meses al Vaticano, se le revolucionaría el país así que al final le dijo al Papa: "que mira que no voy, pero te voy a construir una iglesia que lo vas a flipar" (no con estas palabras, claro). Y así fue. La verdad es que es una iglesia que parece una catedral y recuerda un poco a la de Notre Dame de París, por las torres cortadas en el frontal (es que hubo mucha influencia francesa, pasando los siglos).
Y finalmente, el famoso Big Ben. Curiosamente, lo que se conoce como "Big Ben" es la campana que suena, no la torre, y debe su nombre al constructor que se llamaba Ben y que estaba bastante gordo así que la gente hacía bromas de "Big Bell (campana), Big Ben", y así se quedó. La torre en realidad es la de San Esteban y fue construida con el siglo XIX como parte de un proyecto de reconstrucción (que fue por concurso) del Palacio de Westminster, destruido por un incendio por esas fechas. Se construyó imitando al gótico victoriano de ese palacio, para que no desentonara. Qué voy a contar del Big Ben, si vienes a Londres, tienes que hacer la foto.
Y, finalmente, las Casas del Parlamento, o Palacio de Westminster, que es donde se reúne el parlamento. Es un edificio impresionante y enorme, y cuando le da el sol, los cristales brillan como centellas, que diría mi abuelo. Curiosamente, si habéis visto la película de "Sherlock Holmes", la moderna, sale bastante este edificio. En la película se habla de un atentado que se iba a hacer en las Casas del Parlamento. Pues me da que está basado en hechos reales, porque en 1605 se planeó un atentado en el que iban a hacer explotar unos barriles de pólvora justo debajo del parlamento. No coinciden las fechas ni los métodos pero yo creo que por ahí iban los tiros.
Y eso es todo por hoy, una larga e interesantísima excursión por el Londres clásico, mañana más.
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