jueves, 29 de octubre de 2009

28/10/2009: Montreal (y II)

Aquí seguimos en Montreal. Se nota ya el cambio de clima y la llegada del otoño/invierno, sobre todo en los colores de las hojas de los árboles. Me han dicho que a medida que vaya al oeste lo notaré todavía más.



Los colores otoñales son preciosos en Montreal.

Hoy he hecho menos turisteo porque he tenido entrevista con Skuad Studios por la mañana y por la noche he quedado con unos amigos de Pixelcorps, así que hoy toca un poco más de curiosidades. Por cierto, que no lo he dicho pero ya llevo 6 entrevistas en Canadá, 5 en Toronto (Mr. X, Spin, Rocket Science, Guru Studio, Axyzfx) y una aquí (Skuad).

Pero no olvidemos la visita. Por la mañana me pasé por la Basílica de Notre Dame, una catedral bastante grande para lo que se ve por aquí. Por dentro no tiene nada que ver con las europeas. Tiene menos piedra y es mucho más colorista, se usa más la pintura y la madera. La verdad es que es bonita, tiene su encanto. Eso sí, hay una gran diferencia del exterior al interior... ¡los cinco dólares que tuve que pagar! Una de las cosas que aprendes aquí es que se paga por todo.



La Catedral de la Basílica de Notre Dame.



La catedral, cinco euros después, llena de colores.

Me explicaron que también cobran en las iglesias porque por lo visto la Iglesia aquí antes tenía bastante poder (bueno, como en todos sitios) y que, de repente, de una generación a otra, la gente perdió todo el interés. En España se va perdiendo, pero es una cosa gradual, aquí fue ¡zas, ya no creo en na! Así que tuvieron que sacar dinero de las piedras.

Otra de las cosas curiosas es que sí hay bastante rivalidad entre anglófonos y francófonos. Los francófonos se sienten más orgullosos de sí mismos (si es que son franceses), cosa que en el resto de Canadá no pasa, y hay cierta tirantez con Toronto, concretamente, que le quitó todo el protagonismo como ciudad hace unas decadas. en parte por una enfermedad que hubo en Montreal y que hizo que la gente dejara de invertir, qué cosas. Además, aunque los idiomas oficiales son el inglés y el francés, hay cierta protección hacia el francés, por ejemplo, el nombre de los sitios o las calles debe ser en francés.

Por la noche quedé con unos amigos de Pixelcorps y, la verdad, me lo pasé pipa. Fuimos a un pub irlandés (la primera vez que salía a un local de la ciudad) muy bien decorado, con muchas salas, televisores que ponían Hockey (es el deporte nacional, más que el baloncesto o el béisbol) y gente tocando música (no eran del bar, eran clientes), lo que le daba un toque muy bucólico.



De izquierda a derecha, Robert, un servidor y Claude.

Algunas fotos curiosas de Montreal:



¿Qué Tomasa se ha liado con el Jacinto? ¿Pero qué me estás contando?



Las tiendas más caras tienen el escaparate en la calle, ¡eso es nivel!



Un poco excéntricos sí que son, jeje, eso les viene de los USA. Que conste que, aunque lo parezca, no he estirado el coche con Photoshop, ya venía así.



Canadá es el país de los amores no correspondidos... si no ¿a qué viene tanta calabaza?

Finalmente, un par de curiosidades culinarias.



Esto es "la poutine", una de las pocas cosas típicas que he podido encontrar, es simplemente patatas fritas con trozos de queso y una salsita como de estofado. Están muy buenas, pero es mejor pedir la ración pequeña, ¡cómo llena!



¿Habéis visto qué volumen tiene esta botella? Ni 590 ni 592... ¡591 mililitros! La clave está en la conversión de unidades inglesas.



Resuelto uno de los misterios de la humanidad. ¿El agujero de ozono? ¡No! pero va de agujeros. ¿Por qué los polis siempre compran donuts en américa? ¡No! Pero va de donuts. La pregunta es: ¿qué demonios hacen los fabricantes de donuts con el agujero que les sobra? Pues se lo llevan a Canadá. Hay una cadena en Canadá que se llama "Tim Horton's" y que es casi un emblema de Canadá. Esta gente te vende el donut y el agujero. Curioso, curioso...

Esta noche inicio el viaje hacia el oeste, serán unas 34 horas de viaje en tren hasta Winnipeg, toma ya.


27/10/2009: Montreal (I)

¡Bienvenue au Montreal!

Pues sí, empiezo en francés porque parece que me he cambiado de país y haya aparecido por arte de magia en gabacholandia, quiero decir... Francia. Pero bueno, eso lo explico dentro de un rato. Lo primero que hice fue tomar el tren desde Toronto hacia Montreal, con salida a las 09.30 y llegada en 5 horas. Los trenes de Canadá son feos por fuera y no demasiado rápidos (comparados con un AVE, claro) ni ponen pelis. Pero son puntuales, cómodos y, sobre todo, tienen WIFI (al menos el de Montreal). La ruta se realiza bordeando el lago Ontario que más que un lago parece un mar, parecía que estaba en Valencia, qué de agua, si es que no se ve el otro lado.



El lago/mar Ontario desde el tren.

Al llegar a Montreal, lo primero que llama la atención es el idioma. Sabía que la parte este de Canadá era francófona, pero no tanto, leñe. Esperaba ver por la calle a gente hablando en francés e inglés (tipo Cataluña, vamos), pero no, todo era francés. Y parece ser que tuve suerte porque, dentro de lo que cabe, Montreal es bastante anglófona, es decir, si hablo en inglés todos me entienden. Pero hay otras partes de Quebec que tendrían dificultades en comunicarse conmigo, pardiez. En realidad los dos idiomas son oficiales y es obligatorio dominarlos si vas a trabajar en cosas públicas, pero si no... cada uno habla lo que quiere.



Aquí todo está en francés, así pude practicarlo un poco... ¡el idioma!

Una de las características de Montreal, y del resto de Canadá, la verdad, es la mezcla de edificios muy modernos con edificios antiguos. Y con "antiguo" me refiero a máximo 200 años. De hecho la provincia de Quebec es de las más antiguas de Canadá y algo se nota en el tipo de construcciones. A medida que me adentre al oeste, cada vez será todo más nuevo.



La Iglesia-Catedral de Cristo, ni más ni menos. Los tejados eran verdes, curioso.

Por la mañana me hice a una excursión a patita al parque Mont-Royal, un sitio muy bonito que está en un monté en la parte norte de la ciudad. Al llegar allí es como si la ciudad no existiera, la verdad es que es muy relajante. Después de subir por unas escaleras infernales, frecuentadas por muchos deportistas (están locos), se llega a un mirador desde el que se ve toda la ciudad.



Al llegar a Parc Mont-Royal la ciudad desaparece, es muy relajante.



Cuando subí todos los escalones levanté los brazos en pose de victoria y exclame aquello que decía "Rocky": "¡no siento las piernas!"... ¿o eso era Rambo?



Desde el mirador se ve Montreal-tontero.



Para que no digáis que las fotos me las bajo de internet, jeje.

Al caer la noche me acerqué al estadio olímpico donde se celebraron los Juegos Olímpicos de 1976 (¡cuando nació mi hermano, ¡ole Gitto!). La verdad es que da un poco de acojone porque el metro te deja en una zona oscura en la que hay una o ninguna persona alrededor. Luego me he dado cuenta de que todo es un poco de psicosis española de que te van a hacer algo (aunque pensándolo bien, a mí en Madrid, por ejemplo, no me han atracado nunca... hay que meditar sobre eso). Las instalaciones son muy modernas y la piscina estaba abierta, daban ganas de pegarse un chapuzón.



La entrada al recinto olímpico. La torre esa alta se ha convertido en un símbolo de la ciudad.



La piscina es muy chula y olía a cloro, me recordaba cuando iba a las clases de natación de pequeño.

En general, Montreal se parece bastante a Toronto, aunque quizá la principal diferencia sea que la gente está más por la calle. En Toronto, a partir de cierta hora, todo el mundo se va a su casa. En Montreal, la gente sale por la noche como en España, es mucho más social. Otra de las cosas que diferencia a Montreal de Toronto (y me da a mí que de todo el oeste de Canadá) es la cantidad de locales de striptease y parecido que hay, y la forma en que lo anuncian, a todo color en las calles más centricas. En Toronto, desde luego, son mucho más discretos, seguro que hay pero no se ve a simple vista. Eso sí, las entradas a los locales son un poco siniestras, dan yuyu. Me asomé a uno y dije "uy, esto no sé yo lo que es, vamonoooos".



¡Strip-teases a go-go!

Y eso es todo por hoy, mañana seguimos con Montreal y algunas curiosidades culinarias.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Sesión de fotos Pixelcorps

Esto no tiene mucho que ver con Canadá pero me pareció divertido. Durante la reunión que hicimos con miembros de Pixelcorps en Toronto, hicimos pruebas de fotos para ver como funcionaba mejor el flash, que si con rebote, sin rebote... y salieron unas fotos muy chulas, simplemente con un fondo neutro como decorado (era simplemente una cartulina), un flash con control remoto sincronizado con la cámara, rebotándolo al techo y un cacharro blanco para rebotar la luz por el otro lado. Quedaron superprofesionales.

En una de ellas me pilló la cámara de Carolyn riendo de forma natural, cosa que es imposible en mí (la fotógrafa, que es buena). En otras salgo con mi amigo Arturo Revilla haciendo el ganso.

He aquí el resultado:



Arturo y yo en plan agente secreto.



Zipi y Zape / Epi y Blas (o como les llaman en México Enrique y Bruno)



Haciendo el reno.



Yo riéndome en una foto, increíble.



La pandilla de Pixelcorps, con vampiro (yo) y Teleñeco (Arturo) incluidos.



¿Qué hacemos ahora?



El santo.



El montaje que hicimos.



Dan, nuestro anfitrión.



Aquí parezco una foca pero es por el ojo de pez, que conste.

martes, 27 de octubre de 2009

Cosas de los canadienses

Bueno, viene bien hacer un alto en el camino y pensar un poco en el sitio en el que me he metido, porque claro todo esto es muy bonico y muy fresquico, pero... ¿cómo son los canadienses? En este capítulo de nuestra maravillosa serie desmenuzaré algunos de los secretos más escondidos de los canadienses.

  • "Sorry" / "Thank you": efectivamente, los canadienses son muy educados, pero he descubierto que, a la vez, son bastante fríos. Me explico: cuando alguien te pasa a menos de 10 centímetros y te roza ya te dice "Sorry" y si pasas delante de él/ella por una puerta y apenas dejas la puerta un poco abierta te dicen "thank you", eso es cierto, son muy educaos. Pero también me he dado cuenta de que cuando dicen eso ni te miran a la cara ni sonríen ni na, vamos que casi lo dicen en modo automático, por lo que la cortesía pierde un poco su significado.
  • Los coches: me he llevado una curiosa sorpresa al ver que la MINORÍA de coches son americanos. Casi todos son japoneses, sobre todo Toyota, y muchos europeos. Eso sí, SEAT ninguno. Yo es que creo que el nombre (SEAT = "asiento" en inglés) no ayuda.
  • Los lavabos públicos: esto sí que está bien, hay por todas partes, en cualquier centro comercial o zona medio concurrida hay siempre fuentes y baños públicos, es de agradecer. Y nada de pagar, todo gratis. Lo que es impresionante son algunos secadores de manos que parecen nucleares, te arrastra la piel y todo como en los vídeos de los astronautas... ¿que no os lo creéis? Pues mirad, mirad:


  • Por cierto, ya que estoy poniendo vídeos, os dejo uno de las cataratas del Niágara que yo creo que las fotos no les hacen justicia.
  • Bueno, y acabamos con los vídeos: también en las cataratas encontré a una ardilla guardando nueces para el invierno, era graciosísima, a ver si alguien se anima a doblarlo.
  • La comida: en general, asquito. No hay muchas especialidades canadienses, la verdad, casi todo es en plan americano, es decir, self service, muy abundante y bastante aburrido. Lo malo es que después de comer en un sitio, acabo siempre reventado y prometiendo no volver a comer en mi vida... pero es que está tan rico. De todos modos, para vivir aquí, hay que controlarse, porque es muy fácil acabar como una foca.

Desayuno típico: café asqueroso (necesité 4 dosis de leche para "domarlo" un poco) y pan con huevo cocido y salchicha, aunque parezca una hamburguesa.

  • Los precios: en general, más bajos que en España. Ejemplos: gasolina 0,60€/litro, los coches, por ahí andan (aunque ver el siguiente apartado), un big mac 3€ y poco, hoteles baratos a 30€ la noche, cámara reflex Sony, 300 €.
  • El coche fantástico: lo venden en una tienda de coches cerca de la casa de mi amigo Arturo. Si me quedo me lo compro, son 2000$, no llega a 1400€, increíble. "Maiquel, maiquel".


¿Vendrá con "Turbo boost" de serie?

  • El metro: aquí la gente se mueve en coche por la ciudad o en avión entre ciudades. Hay que decir que el metro de Toronto va muy bien, pasan metros cada dos minutos y es bastante rápido. Lo malo es que es muy pequeñito, para el ciudadón que es, sólo tiene 2 líneas, una que cruza de este a oeste y otra de norte a sur y luego al norte otra vez (una especie de "U"). Eso sí, el metro es feísimo, como en las pelis de los americanos. El metro sí es un poco más caro que en España, más o menos 1,60 €, aunque puedes comprar "tokens", que son como el bono de 10. Eso sí, qué listos son los canadienses, los tokens tienen forma de monedita, no de billete, y no de monedita cualquiera, sino de "1 peseta", vamos que es comprar 10 tokens, los guardas y solo tienes 7, no sabes cómo. Véase la muestra:


¡Pero si hace un momento tenía cinco!



Otra cosa curiosa son los autobuses del cole, como en las pelis.



Y si vas andando, conviene andar por los pasillos subterráneos o sobre la calle, como este. Así vas calentito de aquí para allá... sólo en el centro, claro.

  • Compromiso: curiosamente, los canadienses son bastantes comprometidos: los trabajadores con su empresa (no es raro ver que hacen colectas para hacer donaciones o mejorar sus servicios, y lo hacen fuera del horario de trabajo), los padres en el colegio (se ofrecen voluntarios para hacer eventos algunos fines de semana), los vecinos que vigilan su vecindario (aunque esto último mosquea)... en general a los padres se les ve muy implicados con la educación de sus hijos, pasan tiempo con ellos, etc... ya sé que aquí también pero llama la atención.


Cartel que dice "esta comunidad protegida por la vigilancia vecinal". Por un momento pensé que me iba a salir una abuelilla con antifaz y capa diciendo "no pise la hierba, joveeen".

  • Horarios: la gente suele salir de currar a las 16.00 (increíble), aunque eso sí, a las 17.00 cierra todo.
  • Autoestima: el canadiense medio se ve "poca cosa" frente a sus vecinos del sur, todo lo que viene de allá es mejor. Un poco lo que nos pasa a los españoles a veces con Europa (excepto cuando ganamos la Eurocopa, claro). En México se llama "malinchismo" (es que estoy aprendiendo mexicano) y es porque una noble mexicana llamada Malinche se casó con un conquistador español, rechazando lo suyo.
  • Halloween: curiosamente la gente aquí no es tan fanática como en EEUU. Sí que se disfraza y eso pero no están las calles demasiado allá. Eso sí, este escaparate me hizo gracia.


¡¡ Ffffffffffffff !!

  • Lo último: para acabar, formas curiosas de anunciarse en las calles y pasos de cebra ¡en diagonal!


Esto estaba anunciando "breaking news" (noticias rompedoras) así que ale, un coche empotrado contra el muro... las ruedas se movían y todo.



Pasos de cebra en diagonal. Atención al ciego, que seguro que se está cagando en las autoridades que inventaron el sistema.

Y eso es todo por hoy, lo siguiente: ¡Montreal!

sábado, 24 de octubre de 2009

19/10/2009: Visita a la Universidad y Casa Loma

Segunda visita a Toronto. La verdad es que como hace unos días misteriosamente estupendos, he decidido seguir visitando la ciudad, a la vez que preparo entrevistas y planifico mi viaje en tren... toooodo se andará.

Así que nada, presto y decidido me encaminé a la Universidad de Toronto. Después de confundirla un edificio público llegué al Campus, que es superparecido a las típicas Universidades inglesas: edificios antiguos (o mejor "de estilo antiguo" que aquí raro es el edificio que pasa de 100 años), mucho verde, espacios enormes para deportes o para no hacer nada... Y el interior es como el cole de Jarri Poter. ¿Qué cómo saqué fotos del interior? Pues un alumno que saliá se dejó la puerta abierta y me colé. Como llevaba la mochila se creerían que era uno de ellos, jiji.

Bueno, allá va el reportaje fotográfico.



La llegada a la Universidad, que luego resultó ser un edificio público (ups), pero vamos que está en la zona.



El Campus, con las paredes llenas de enredaderas, mu bonito.



Desde esta ventana se oía a alguien tocar el piano, parecía que estabas en otra época.



Los edificios tienen un toque británico.



Una de las clases en las que me colé, jeje. Ésta tenía chimenea, no sé si la usarían.



Algunas partes del interior parecen de Jarri Poter.



La gente suele zanganear en los parques de la Universidad, cuando hace buen tiempo, claro.

Después de la Universidad me dirigí a una especie de casa-castillo que tienen aquí, que se llama la "Casa Loma". Tiene así, nombre español, porque se hizo en una especie de loma, en lo alto, por gente de origen español (mira lo alto que llegamos, jeje), así que así se quedó. La casa pertenecía a Sir Henry Pellat, un financiero metido en varios negocios (electricidad, ejército,...) que al final lo perdió todo y tuvo que venderla (seguro que se lo gastaba todo en tragaperras). La casa es enorme, la verdad es que es casi más un castillo y la visita no está mal, aunque desde luego si sólo vas a ver la casa se queda corto. Te dan una visita de esas con sonido, tipo teléfono y es gracioso porque se supone que sale Lady Pellat explicándote "y este era mi cuarto de baño y blablabla".



Llegando a Casa Loma había un parque enorme, de los muchos que hay en Toronto, y lleno de ardillas.



La Casa Loma, en todo su explendor, es de principios de siglo.



El invernadero, con plantas del mundo. Las puertas que daban aquí las trajeron de Italia y costaron 30.000 dólares, lo que no sé es si de los de ahora o los de entonces.



Un reloj con barómero. Esto lo pongo porque le gusta a mi padre, jeje.



Los pasillos parecían de una peli de miedo.



Algunas de las habitaciones, glamour total.

Y eso es todo... mañana comentaré curiosidades de Toronto.